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Maverick

Somos un estudio creativo que desarrolla estrategias de comunicación. Potencializamos negocios a través de 4 principales hubs.
Maverick es un estudio creativo multidisciplinario, nos enfocamos en desarrollar identidad gráfica, estrategia y posicionamiento, empaques, exhibiciones e instalaciones, sitios web y experiencias digitales, publicidad y comunicación

Proyectos

Arquetipos en las marcas

Un arquetipo es el modelo original de algo. Sirve como molde para reproducir copias y se toma como el estándar o ideal de las copias creadas. Son físicos o simbólicos, por lo que podemos decir que, el barquito de papel que hace la maestra en clase, es el arquetipo que los alumnos seguirán para crear el suyo; pero, también podemos decir que, son aquellos patrones de conducta o comportamiento implementado por algunos y sobre los que se basarán las personas al momento de actuar. Siguiendo con el ejemplo de la clase, si la maestra enseña a no comer dentro del aula y actúa para cumplirlo, los estudiantes imitarán esta misma conducta. Así, los arquetipos también pueden ser considerados como ejemplos.   Apliquémoslo al branding Dentro de una marca, el arquetipo es básicamente su identidad, todos aquellos valores, posturas, objetivos y demás que la caracterizarán y definirán su relación con el público meta. En otras palabras, el arquetipo es el modelo, conformado por todas las cualidades de la marca, que regirán las acciones de esta, y eso determinará la relación que forme con su target. Por ejemplo, si una marca juvenil se describe como tolerante e inclusiva (valores que serán su arquetipo) y actúa en pro de los derechos de la comunidad LGBT+, formará una relación de empatía y amistad con los chicos, cosa que le beneficiará puesto que ellos son su audiencia objetiva.   Ya que sabemos esto, debemos decir que, de hecho, nosotros tenemos ciertos arquetipos heredados. El descubridor del fenómeno es el psiquiatra Carl Gustav Jung, quien planteó que todos tenemos un inconsciente colectivo. Es cierto que todos formamos una personalidad de acuerdo a nuestras experiencias y aprendizajes, pero esto es independiente al inconsciente colectivo, que heredamos de nuestros antepasados y rige nuestra percepción de lo social y lo cultural.   Algunos de los arquetipos que define Jung son: “el ánima”, “el ánimus”, “el padre”, “la madre”, “el sabio”, “la sombra”, “el héroe”, “la persona” y “el trickster”, pero hallamos otros como “el amante”, “el rebelde”, “el explorador”, “el creador”, etc. Cada uno tiene rasgos propios, tanto buenos como malos. Lo que nosotros haremos es estudiar cada uno para sacar las características que más nos convengan a la hora de formar nuestra identidad de marca, conforme a las metas que queremos alcanzar.   Además, siguiendo este mismo fin, aplicaremos el análisis a nuestro target. Retomando el ejemplo de la marca juvenil, si la mayoría de nuestros clientes se discute una personalidad entre “el rebelde”, “el explorador” y “el creador”, podemos tener una marca con algunos rasgos de desobediencia sana (tomado de “el rebelde”), dinamismo (tomado de “el explorador”) e innovación (tomado de “el creativo”), pero a la vez se pueden tener rasgos de empatía y protección (tomados de “la madre”) como una forma de cercanía con los chicos.   En conclusión, el arquetipo de una marca será fundamental para toda la construcción de esta (desde el logo y el eslogan, hasta la misión visión y valores). Para establecerlo, podemos apoyarnos de los arquetipos heredados y retomar los rasgos más convenientes de cada uno, sin olvidar que, los tiempos y las personas van evolucionando, y dar nuestro toque personal, tomándolo en consideración, siempre será un punto a favor. Recordemos también ser responsables con los modelos a seguir que implementamos no solo dentro de nuestra marca, sino también con todas las personas que nos seguirán y pueden incluso, tomar nuestras acciones como un arquetipo personal.   Como extra, te dejamos algunos ejemplos:    

Purple washing y cómo no caer en él si haces contenido digital

Marzo es el marco del Día de la Mujer o mejor conocido como el 8M, conmemoración que surge del evento donde 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de declararse en huelga. Actualmente el 8 de marzo las mujeres seguimos reclamando equidad laboral y el fin de la brecha salarial, garantías a nuestros derechos humanos, denunciando los femicidios, el acoso, y las desigualdades producto de la estructura histórica patriarcal que oprime y discrimina a las mujeres.   Si tú eres una agencia digital, una marca o un creador de contenido y durante marzo quieres subirte a este trending, antes de comenzar debes tomar en cuenta lo siguiente       No hagas PURPLE WASHING ¿Qué es purple washing? Literalmente es “lavado de cara morado”, es aprovechar la causa feminista para un beneficio empresarial, usarlo a la ligera con eslóganes que luego no son aplicados en el entramado empresarial y social.   Actualmente las marcas están cometiendo graves errores y siendo motivo de reclamos sociales, como el caso de Panam.   Panam en vísperas del 8M lanzó una línea de tenis “feministas”, argumentando que podían hacerlo porque en la compañía el 70 por ciento del personal son mujeres. La compañía presentó las fotos de sus nuevos tenis, diseñados con pintas similares a las realizadas por grupos activistas. Uno de sus copies para está campaña fue:   “¡Ya supéralo, mujer! Ya supera a ese hombre abusador, macho e ignorante. Supéralo en todo. Sé más feliz que él. Gana más dinero que él. Disfruta más de la vida que él”. Panam.   ¿Qué podemos aprender del error de Panam?   Cuando nos inspiramos en una expresión gráfica para bajar el concepto visual de una campaña no podemos simplemente copiar. Las pintas feministas tienen un origen de protesta social y los diseños de una campaña no tienen en ninguna forma un contexto similar.   Como creativos siempre debemos pensar en las implicaciones de llevar el arte social a una campaña de una marca que no tiene las credenciales para jactarse de un tema tan délicado como lo es la violencia contra las mujeres. El copy de Panam, pareciera ser escrito justo sin ningún tipo de contexto sobre el hecho de que cada día asesinan en México a 10 mujeres. Recae en un positivismo tóxico que invisibiliza el contexto de las mujeres en la actualidad.   ¿Cosas que sí podemos hacer?   – Crear una campaña donde todas las involucradas sean mujeres, ¿por qué? Solo nosotras sabemos el contexto social y cultural que nos atraviesa, así podremos evitar copies y artes erróneas.   – Pretender subirse al tema de protesta social siempre será un error, puedes abordar el tema siempre desde una perspectiva empática con mensajes en pro de las mujeres, su libertad y sus pasiones. Evitando los puntos de tensión de manifestaciones, marchas y pintas.   – Ponle cara a tus colaboradoras, una serie de fotos donde cuentes el gran trabajo que hacen las mujeres al interior de tu agencia o marca.   – Al interior de tu agencia o empresa, rompe con la brecha salarial. Contrata a más mujeres, da sueldos equitativos, implementa protocolos de seguridad ante casos de acoso, violencia, racismo y homofobia. No caigas en revictimizar a las mujeres que hacen denuncias sobre estos temas al interior de tu empresa o marca.   – Si vas a implementar una campaña puedes destinar buena parte de la ganancias a organizaciones o redes en pro de los derechos de las mujeres. Dona y apoya verdaderamente las causas a las que quieres subirte como trending.   Siempre puedes asesorarte con mujeres especialistas en el tema, es una muy buena inversión contratar a una mujer para que revise tus campañas y evitar hacer purple washing. Recuerda que en Maverick nos especializamos en contenido digital, si necesitas asesoría en temas relacionados creación de contenido con perspectiva de género no dudes en contactarnos.   Fuentes: Feminarian y El Imparcial    

Brandformance: estrategias de marca con impacto directo en resultados

La evolución del planteamiento de estrategias tanto digitales, como de marca, posicionamiento y ventas ha traído consigo combinaciones interesantes, una de ellas es el brandformance, término que ha cobrado mayor importancia en los últimos años.   Brandformance es una palabra compuesta por Branding y Performance, y su esencia va más allá de esta mezcla. Para hacerlo más sencillo, definamos los conceptos de la raíz.   Branding: Proceso en el que se construye y gestiona una marca. Como lo hemos hablado anteriormente, este proceso se refiere a definir ADN de la marca, hasta su identidad visual.   Performance: Es una estrategia de publicidad enfocada en la medición de resultados y mejora de conversiones, ya sean ventas, llamadas, citas, etcétera.   Cuando llega a nuestras manos estrategas una marca nueva, pensamos en que toda estrategia debe estar encaminada a resultados; el Brandformance promueve la idea de que todo esfuerzo de branding y posicionamiento, tendrá efecto en la conversión final.   Entonces, todos los esfuerzos de la marca deberán estar orientados en resultados, y ¿cuáles pueden ser las acciones concretas?   Acciones de Branding – Visibilidad de la marca en redes sociales. – Asociación de la marca a ciertos valores.   Acciones de Performance – Registros, suscripciones, compras, descargas, clics y participación en promociones.   Acciones de Brandformance – Seguir a un influencer que representa a la marca. – Seguir todos los canales de la marca. – Interactuar con la marca.   Como puedes ver, todas las acciones en performance son medibles; si el brandformance es una estrategia sobre un objetivo medible, ¿qué indicadores nos ayudan a medir los resultados de una campaña de branding?   Existen varios indicadores que nos ayudarán a analizar si nuestra campaña ha tenido éxito (algunas más complicados de obtener que otras) pero que debemos poner foco para mejorar. Éstos indicadores son: ROI (Retorno de Inversión), búsquedas orgánicas de la marca en internet, consultas, visitas, enlaces entrantes y por supuesto, el ratio de conversión.   La próxima vez que decidas saltarte una estrategia que trabaje los valores de tu marca, piensa que el impacto de esto no solo repercute en cómo te perciben, si no en qué tanto vendes.